De Primera a Home, por Jaime Álvarez

LUTO EN EL DIAMANTE Y EL CUADRILATERO

Consternación causo en los medios beisbolisticos y políticos el fallecimiento del ex –gobernador del Estado de Sinaloa y Presidente en turno de la Liga Mexicana del Pacifico, Don Renato Vega Alvarado, un mexicano ejemplar, que vivió con intensidad y sustento como pocos la infraestructura de “la pelota caliente”, vaya desde esta trinchera periodística mi mas sentido pésame a su esposa Juan María y a sus hijos Renato, Cecilia, Graciela y Alger, descanse en paz.

Quien también nos dejo para irse a un mejor lugar fue el primer gran ídolo mexicano Raúl Macías Guevara, el cual murió en la Ciudad de México a consecuencia de un paro respiratorio, el popular “Ratón” tenía ya tiempo sosteniendo su más difícil pelea, una pelea con el cáncer.

Raúl “Ratón” Macías nació el 28 de Julio de 1934 en León Guanajuato, pero el Distrito Federal y el barrio bravo de Tepito lo adoptarían y harían suyo, era un hombre muy religioso y de familia, existía en el una veneración por la Virgen de Guadalupe a la cual le ofrecía y agradecía cada una de sus peleas, en los encordados amateurs obtuvo sonados triunfos, ganando bronce en los Juegos Panamericanos. Su esperado debut profesional se dio en Culiacán, Sinaloa y el resultado no pudo ser mejor, un cloroformo en el mismísimo primer episodio a Memo Sánchez.

En una época cuando se veía con grandes ojos ser el campeón nacional, Raúl en apenas su noveno combate obtuvo ese cetro ante Beto Couray, el próximo año en una memorable pelea derroto en siete asaltos a Billy Peacock, después vendría su gran noche, la cual lo inmortalizo, el 26 de Septiembre de 1954 abarroto hasta las candilejas la Monumental Plaza México, mas de 55 mil almas vitorearon y aclamaron al púgil azteca cuando este derroto al norteamericano Nate Brooks por decisión unánime ciñéndose el fajín de campeón gallo de Norteamérica. “Ratón” Macías, el púgil tepiteño al que desde sus inicios lo catalogaron ídolo tenia una cita con el destino y en el Cow Palace de San Francisco, California disputo el titulo vacante gallo de la Asociación Nacional de Boxeo (NBA) (después Asociación Mundial de Boxeo) ante el oriundo de Bangkok, Tailandia Chamroen Songkitrat, el mexicano no deslució y en el onceavo asalto se corono con un nocaut técnico. El 3 de Noviembre de 1956, la afición de Cajeme lo pudo admirar en su confrontación con Ramón “El Chinito” Young al cual lo puso fuera de comisión en solo dos asaltos, antes había lucido en Hermosillo noqueando a Héctor Ceballos.

Pero no todo fue miel sobre hojuelas, la noche mas triste de su carrera fue probablemente el 6 de Noviembre de 1957, el escenario fue el Wrigley Field de Los Angeles, California, que lucia como una sucursal del país tricolor, en un durísimo combate Macías enfrento al Campeón del Mundo el francés Alphonse “El Terrorcito” Halimi, Macías, quien sufría ya para dar el peso, perdió una dolorosísima decisión dividida, se dice que nunca antes Tepito lloro tanto, la despedida pugilística del “Ratón” fue en una pelea de beneficencia en Guadalajara ante Arturo “Chocolate” Zambrano, Macías salió con los brazos en alto después de fulminarlo en cinco asaltos. Raúl termino su carrera entero retirándose a la edad de 28 años con un sorprendente record de 41 victorias, 25 por la vía del cloroformo y dos derrotas.

Personalmente conocí y trate a Don Raúl, nos presento Don José Sulaiman Chagnon, Presidente del CMB, departimos el pan y la sal en diversas ruedas de prensa organizadas por el Consejo Mundial de Boxeo, así como en cenas de gala de este mismo organismo al lado de grandes amigos como “Kid Azteca”(qepd), Ultiminio Ramos, “Mantequilla” Nápoles, “Joe” Becerra, “Alacrán” Torres, Miguel Canto, Carlos Zarate, Julio Cesar Chávez, “Finito” López, Rubén ”Puas”Olivares, entre otros, Macías era una persona alegre, de fácil trato, mente lucida con un don de gente sin igual, adicionado a una gran pasión por el baile del cual era un virtuoso, se nos ha ido un ídolo, un miembro de la época de oro del pugilismo, se le extrañara y recordara por siempre, vaya mi mas sentido pésame a su esposa Yolanda y a sus hijos Arturo y Yoli.

Por hoy se acabo, nos vemos en el estadio.

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